lunes, 4 de octubre de 2010

Espera que Desespera

Si hoy estuviera sentada frente a tu bahía sin nada más que mi cuerpo, y mis ganas de vivir o morir, sería el paraíso. Si estuviese llorando en desconsuelos fortuitos o pasados o futuros frente a tu puesta de sol, mi alma bailaría. Si estuviera sentada bajo un palo de almendro rompiendo duras cáscaras para gozar del fruto, no necesitaría más alimento. O bebiéndome la sombra de un árbol de mango no existiría más sed…


Si caminase descalza por el malecón, de día y de noche, las llagas de mis pies serían fresas que me adornan el paso. Si no tuviera reparo de tu sol, mi piel abrasada de sus rayos sería de tu color. Si sola en medio de tus selvas frondosas, bellas como jardines de ensoñación, me encontrara perdida, habría hallado al fin el Edén. En la Playa del Muerto sentiría mi vida en esplendor.

Enredada entre tus venas no sería pobre, ni fea, ni habría desgracia que me alcance. Tus tormentas de trópico lavarían mis fantasmas. Una mano tayrona acariciaría mi frente. Y tu mar amante engendraría mis hijos en un prolífico festival de corales.

Que por las noches me cobijaran tus palmas, que me bailase tu ron, que me acariciara tu lengua de brisa. Que tus madrugadas calmaran mi cuerpo de fuego. Que tu hombre negro me tiña la piel.

Tu música. Tu mar. Tú musica…

Ay! Santa Marta!, toda mi sangre te respira y te late en una espera de amor febril...una distancia caliente que me prende fuego las entrañas.

"..Dejame llorar...dejame llorar..que ya estoy cansa' de baila' y baila'..."

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