viernes, 27 de noviembre de 2009

La ruta sigue más allá de las luces de la autopista

Aquí estamos… primera vez que siento que me resulta tan difícil poder manifestar en letras lo que estoy sintiendo, lo que veo, lo que camino, lo que hablo…

Estoy en Santa Marta, la que llaman La Perla del Caribe, y de a poco empiezo a comprender por qué; hablar de la belleza natural de éste sitio del mundo me suena a reiterativo, cualquiera puede verlo en fotos, o por Internet, montañas de más de 5000 metros de altura y mar cálido y transparente, pero lo que me interesa traducir es lo que se vive en ésta ciudad de Latinoamérica.. y lo que siento, en parte, es exactamente eso, estoy VIENDO a Latinoamérica en toda su expresión, con lo bueno y con lo malo también. Ay mi Buenos Aires querido…ahora entiendo bien cuando dicen que sos una ciudad europeizada y europeizante, oh..sí.

Todo es simple aquí, pero no es lo simple de lo mediocre, es lo simple de ser simples. La ciudad en sí es bellísima en su estructura, al tiempo que pobre, lo que le da una magia especial. Es colonial casi en toda su extensión, calles muy angostas, veredas en las que cabe una sola persona, casas tipo colonial español. Excepto en los barrios caros, donde se ve un paisaje edilicio con un aire al de la zona norte del gran Buenos Aires.

Aún así, el movimiento comercial y portuario es sorprendente. Agitadísimo. Por la avenida principal, es casi imposible caminar, las veredas están abarrotadas de puesteros que venden cualquier cosa que se les ocurra, sumado a la gente que camina, más los negocios comunes, más la infinidad de taxis y bondis. Es como una gran torre de Babel horizontal.

Lo cierto es que el colorido es asombroso, en su gente, en sus vidrieras, en sus vendedores ambulantes, en sus balcones, en sus adornos navideños. El calor, tan fascinante a mi gusto, por momentos se hace insoportable. Uno se levanta a las 6 de la mañana, porque realmente te lo pide el cuerpo que siente los 31 grados de esas horas, (diciembre y enero son los meses de temperaturas más elevadas, el resto del año promedia en 28 grados), y la hora de acostarse depende de las actividades del día siguiente. Imposible hacerlo sin antes caminar todo el recorrido del camellón, (lo que sería la rambla nuestra), respirando los deliciosos y suaves vientos alisios, aunque aquí no se le dice viento, sino brisa, es que realmente lo es. O sentarse simplemente a contemplar el mar nocturno, y por qué no, darse un lindo baño, además, más que mar, parece una laguna por lo planchado.

Los usos y costumbres están muy arraigados, y es notable en la música y la gastronomía. El Vallenato es el ritmo constante, ande por donde uno ande, hasta en las busetas, y en las comidas es predominante todo aquello elaborado con plátanos, frutas tropicales y harina de maíz. Las bebidas esenciales son los jugos frutales de todo tipo y color, y como no podía ser de otra manera, la cerveza y el ron. Consumen mucha carne vacuna, cerdo y pollo, siempre con arroz preparado en distintas formas, y utilizan mucho picante. Cosa que me llama poderosamente la atención en semejantes temperaturas. Como también que absolutamente nadie hable del calor, todo el mundo acostumbrado, es más, en Santa Marta no existe la canilla ni el servicio para agua caliente, literal, uno se baña con temperatura ambiente, vaya mi Dios!, ahora entiendo por qué!.

Mi cuerpo se resintió a la adaptación climática sensiblemente, manos y piernas infladas como un sapo, sobre todo porque casi no paro de andar, (el estado calamitoso de mis pies da cuenta de ello), y andar es andar bajo el sol con temperaturas altísimas casi durante todo el día. Pero es el cielo hacer un descanso en el banco de una plaza antigua recién descubierta a mi vista, a la sombra de un gigante árbol de mango, o en un banco mirando el color esmeralda del mar, a la sombra de unas palmeras balsámicas, disfrutando de una limonada helada preparada en el acto por un amable puestero.

Andar.. andar es descubrir, es curiosear, es curtirse, cagarse de calor, sonreír a quien te sonríe, dar los buenos días a todo aquel que te da los buenos días por el solo hecho de pasar caminando ante su mirada. Andar es la única manera de encontrar. Es ir hasta el mercado central, a cielo abierto, donde uno puede hallar casi cualquier cosa, incluso venta de pescados y carnes sin heladeras, todo tipo de verduras y frutas, comer casi a precios regalados, y para mi sorpresa no indigestarse. Desde que estoy aquí, sólo una vez me “senté” a comer y beber en una especie de bar. Lo hago siempre en la calle, de los puesteros, y no he tenido un puto dolor de panza. He probado cosas raras, otras no tanto, y otras que aún no me animo a probar.

La gente es amabilísima en general, es muy difícil poder sentarme sola en algún lugar en la calle o en la playa y que nadie se me acerque a hablar. Hay veces que eso me molesta, pero es parte del ser de aquí, y merece el mayor de mis respetos. Amén que es la única manera certera de conocer su idiosincrasia.

Lo bello se conjuga con la realidad triste de nuestros pueblos, la pobreza y la delincuencia común. Veo niños durmiendo en la calle, y también veo viejos y viejas promediando los 80 años vendiendo chucherías, caminando distancias y distancias a esa edad para vender y ganarse el pan. Consulté si existen comedores comunitarios y la gente no me sabe contestar.

Lo más común aquí son los “atracos”, simples asaltos como le llamamos nosotros. Las casas y edificios tienen rejas. Policía y ejército están en la calle, y es horrible ver el “reclutamiento” de jóvenes que van hacia él, voluntariamente o por obligación. Tuve oportunidad de hablar con algunos de ellos, muchachos que no quieren saber nada, y otros que están orgullosos de “pertenecer”. De la guerrilla se habla poco en los medios, pero las voces del pueblo dicen que no es como larga la TV, que están casi diezmados, sino que siguen secuestrando y matando. Hasta no hace mucho, se podían ver paramilitares o grupos de guerrilla llevándose familias enteras de sus propias casas con lo puesto. Tiroteándose ambos grupos en plena calle a cualquier hora masacrando inocentes. Es una realidad que duele.

Más camino por la carretera, más me convenzo de la necesidad y obligación de hacer algo. Es muy poco el tiempo que estoy aquí y lo que llevo investigado, pero a veces es suficiente para entender… De la Argentina sinceramente lo único que extraño son los afectos y el rocanrol, hay momentos en que se hace duro, pero al fin le encuentro un uso productivo a la tecnología cibernética que me permite estar en contacto frecuente con todos ellos. Cuesta mucho desde mi ser y mi bohemia que nadie de mi gente querida esté aquí viendo lo que yo veo, compartiendo, pero sé que no tardarán en visitarme.

En lo personal, he conseguido vivienda, que empezaré a habitar el día 7 de Diciembre y estoy también en la búsqueda laboral, que no creo tarde en llegar. La emoción que siento en cada pasito que alcanzo es indescriptible, más aún con todo el esfuerzo que eso implica, sobre todo en mi caso, el esfuerzo emocional.

Uno en éstas circunstancias, aprende, no para de aprender, practica la humildad, se da cuenta de sus capacidades, sus falencias, uno está realmente solo para enfrentar todas las circunstancias, buenas y malas, desde lo más pequeño, (por ejemplo, una infección en la piel que me agarró por unos bichos de mierda que me cagaron picando), hasta lo más significativo, como haber conseguido un lugar para vivir, algo que en un momento me parecía imposible dadas las perspectivas.

Podría contarles mil cosas más, anécdotas y tantas cosas, pero por el momento, esto es todo.

Más camino por la carretera…, más me convenzo que estoy donde quería estar, mi lugar en el mundo, donde me tocó llegar, por fin. Me siento más viva y más libre que nunca antes en mi vida.

Hasta la próxima!

martes, 24 de noviembre de 2009

La Llegada

Ha sido excelente. Estoy donde quiero estar.
Observando, aprendiendo, averiguando, sintiendo, viviendo, caminando, transpirando.

En breve pasaré detalles.
Acá SE VIVE.


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viernes, 20 de noviembre de 2009

Hola, debo irme

Perdón por mi egoísmo...perdón por los que dejo, pero debía hacer ésto. Nada de tristezas. Están conmigo, mi mejor posesión.




Hasta luego mi gente... los quiero profundamente. Y en un punto, quisiera poder contagiar a todos el soñar otro mundo, y actuar en consecuencia.
Ahí voy por mi sueño. Vayan ustedes por el suyo. Sin olvidar que la mayor felicidad es compartir, que para uno solo, la cosa no sirve. La lucha tiene que ser para el bien de todos. Dar... y siempre dar.

Sean libres, libres de las propias ataduras, y de las impuestas por el entorno. No importa quién o cómo los juzguen. No importa cuánto tarden, ni cuántas veces tengan que caer antes de despertar. Porque es despertar lo que cuenta a fin de cuentas.

Logren fidelidad a sí mismos. Único camino a la autenticidad plena. Contagien esa alegría, enciendan faroles, peleen por la injusticia, comprométanse con el mundo, peléense con la comodidad idiota. Hay un afuera que nos necesita, aunque seamos imperfectos, aunque nuestra nobleza a veces se oscurezca. Es hora de actuar. Como podamos. Pero HAY QUE HACERLO, los ojos asustados y oscuros de un niño hambriento de ésta América Latina nos lo impone como un "deber". Basta de fronteras, basta de divisiones, basta de boludeces.


qué horas son mi corazón.. ?!

Donde sea, como sea..., finalmente, siempre toca llegar...




Gracias porque me han llenado el alma como no se lo imaginan.

Hasta las próximas noticias..


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jueves, 19 de noviembre de 2009

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Estoy pariéndoME

La felicidad es total, perolaputamadrecómomeestádoliendo.
Hoy es llanto.

En ésta casa que me vio crecer, vivir, ir, venir, volar, volver, sufrir. Estas paredes...
Aún recuerdo los golpes en éstas paredes...la mano que me los daba...y yo era tan chica..y tan grande.

Ahora  todo es valijas.
Soy valijas.

Estoy pariéndoME.
La felicidad es total.
El dolor es a la medida.

Pero yo debía romper ésta cáscara, aunquemedesgarre.

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viernes, 13 de noviembre de 2009

Para contar mi historia tengo que empezar muy atrás. Si fuera posible, tendría que remontarme todavía más, hasta los primeros años de mi infancia e incluso hasta la lejanía de mi procedencia.

Los poetas, cuando escriben novelas, acostumbran a actuar como si fueran Dios y pudieran dominar totalmente cualquier historia humana, comprendiéndola y exponiéndola como si Dios se la contase a sí mismo, sin velos, esencial en todo momento. Yo no soy capaz de hacerlo, como tampoco los poetas lo son. Sin embargo, mi historia me importa más que a cualquier poeta la suya, pues es la mía propia, y además es la historia de un hombre: no la de un ser inventado, posible, ideal o no existente, sino la de un hombre real, único y vivo. Lo que ésto significa, un ser vivo, se sabe hoy menos que nunca, y por eso se destruye a montones de seres humanos, cada uno de los cuales es una creación valiosa y única de la naturaleza.

Si no fuéramos algo más que seres únicos, sería fácil hacernos desaparecer del mundo con una bala de fusil, y entonces no tendría sentido contar historias. Pero cada hombre no es solamente él, también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una forma singular.  Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención. En cada uno se ha encarnado el espíritu, en cada uno sufre la criatura, en cada uno es crucificado un salvador.

Pocos saben hoy qué es el hombre. Muchos lo presienten y por ello mueren más tranquilos, como yo moriré cuando haya terminado de escribir ésta historia.

No puedo adjudicarme el título de sabio. He sido un hombre que busca y lo sigo siendo; pero ya no busco en las estrellas ni en los libros, sino que comienzo a escuchar las enseñanzas que me comunica mi sangre. Mi historia no es agradable, no es dulce y armoniosa como las historias inventadas. Tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a sí mismos.

La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero. Ningún hombre ha llegado a ser él mismo por completo, sin embargo, cada cual aspira a llegar, los unos a ciegas, los otros con más luz,  cada cual como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, los restos de su  nacimiento, viscosidades y cáscaras de un mundo primario.

Unos no llegan nunca a ser hombres; se quedan en rana, lagartija u hormiga. Otros son mitad hombre y mitad pez. Pero todos son una proyección de la naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos en común nuestros orígenes, nuestras madres; todos procedemos del mismo abismo; pero cada uno tiende a su propia meta, como un intento y una proyección desde las profundidades. Podemos entendernos los unos a los otros; pero interpretar es algo que sólo puede hacer cada uno consigo mismo


Prólogo de "Demian"  - Herman Hesse.

Registros de la cabeza

Me levanto temprano porque no me quiero perder un segundo de nada. Porque me da miedo olvidarme de todo lo que tengo que hacer. Porque tengo terror de no alcanzar con el tiempo. Hago listas de las tareas y las cuelgo en la heladera porque si no me olvido, me mareo, me pierdo.

Abrumada de casos y cosas.
Y todavía no sé quién me llevará a Ezeiza.

Pero dale que baila Cele...

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Despacio

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La meta es al fin la línea de largada..
Estoy nerviosa, no lo puedo negar. Mi cabeza, toda yo, como un hervidero.

Las visiones se me presentan tan brillantes...y lo loco es que está vez, (quizás por primera vez en toda mi vida), ese brillo no me asusta.

Ahora por fin voy encontrando la respuesta a mi pregunta tan añosa..."para qué Celeste?, para qué?".

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Qué dónde voy a vivir ?!?.. mirá !




Y todo "bacano" !!!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Me dicen...




La previa, un remolino:

Preparativos, despedidas, mirada extraña sobre todo lo que me rodea.
Estoy a días de emprender la caminata... Hay momentos en qué no sé ni por dónde empezar con todo lo que me queda por hacer, doy vueltas, voy, vengo, no entiendo un carajo, me siento desbordada.

Estoy viéndome llegar a la línea de largada después de un año de "soñarla"... Sueñito que al fin se me hace realidad, (creo que el único). Todo se me manifiesta tan maravillosamente incierto...y al mismo tiempo tan posible...

(Mi vieja me da abrazos, debo reconocer que ando bastante maricona también; en cosa de pocos días las manifestaciones de amor y cariño que voy recibiendo son tantas y tan hermosas, que mi sensibilidad por momentos se subleva, y quisiera estar ya mismo arriba del avión y no pasar por más despedidas).

Siempre toca llegar...

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