jueves, 6 de enero de 2011

Es la tierra, estúpidos !

Enviado por ewituri el Mié, 01/05/2011 - 21:59. (Por Ignacio González Lowy, VOZ ENTRERRIANA)

Argenpress, 5 de enero.- En estas últimas semanas, varios conflictos se han cobrado varias vidas. A diferencia de lo que señala el kirchnerismo, el macrismo y los medios que responden a unos y otros, el problema no es el del “respeto por la ley” sino otro, mucho más profundo y complejo.

El problema de la tierra, el de su propiedad y uso, es uno de los más profundos y “transversales” de nuestra historia económica y política, regional y nacional. En Formosa, antes en Jujuy y en el Chaco, en Santiago del Estero, pero también en Soldati y en el Gran Buenos Aires, y ahora de nuevo en Santa Elena; el reclamo, en un país con una de las densidades de población más reducidas del mundo, es el mismo: tierra para vivir, trabajar y comer.

Este tema, lejos de solucionarse, durante los gobiernos kirchneristas se profundizó (tal como lo demuestra, por más que lo quieran maquillar, el último Censo nacional de población, así como las estadísticas que elabora la Federación Agraria Argentina).

Sus dos vertientes más conocidas, la concentración y la extranjerización de la propiedad de la tierra, así como su faceta más “moderna” (la imposición del monocultivo sojero), cada vez provocan con más fuerza las consecuencias que siempre les conocimos: expulsión, empobrecimiento, hambre, despoblamiento rural y crecimiento de las villas miseria en las periferias de las grandes ciudades...

Ahora, además, vuelven con un viejo recurso que parecía (y sólo parecía) olvidado: el asesinato a sangre fría como herramienta para acrecentar y consolidar el poder de los latifundistas.

Los medios masivos de “comunicación”, incapaces de ignorar un tema que las organizaciones populares le impusieron (ni los medios, ni el gobierno nacional, ni la oposición “republicana” dijeron nada de los crímenes contra la comunidad Qom en Formosa hasta varios días después de cometidos), tuvieron que incorporarlos a su agenda... pero a su modo. El problema no era el de la tierra, sino el del “respeto por la ley”.

»»El Estado no está “ausente”.- En Formosa, la comunidad Qom ocupa desde hace años tierras que legítimamente les pertenecen, por historia y por ley. En Soldati, miles de compatriotas (de la Patria Argentina y de la Patria Grande) levantaron sus ranchos sobre tierras inutilizadas, convertidas por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en un cementerio de autos.

En Santa Elena, los colonos defienden las hectáreas que están trabajando hace más de 15 años, mientras Busti, Menem y sus continuadores, rifaban y negociaban el frigorífico y sus alrededores, regalándole a Constantini, Tres Arroyos y similares, lo que los trabajadores podrían haber defendido y levantado con un mínimo apoyo gubernamental.

Efectivamente: mientras la firma Tres Arroyos seña con 180 pesos hectáreas que valen 25.000, la “justicia” (el juez de La Paz, Horacio Soldano) le da la razón, y la policía se presta a reprimir a las familias que están allí trabajando; el fiscal de Estado Julio Rodríguez Signes corre presuroso a avalar el atropello y la represión contra los colonos.

¿Qué más hace falta para que los filósofos y pensadores progres, posmodernos, “nacionales y populares”, se enteren de que el Estado en Argentina nunca estuvo -en estas décadas- “ausente”? El Estado está, dice presente, toma partido y busca imponerse por la fuerza. Que lo haya venido haciendo siempre del mismo lado, al menos desde 1976, es otra cosa; pero, como las brujas, ¡estar está!

»»La tierra y la ciudad.- El periodista entrerriano Tirso Fiorotto, tras analizar los datos que arrojó el Censo Nacional 2010, señala que Entre Ríos continúa siendo una provincia que expulsa a sus habitantes, “a razón de 50 personas por día hábil”.

El departamento La Paz, donde se encuentra la estancia El Quebracho y los terrenos en disputa en Santa Elena, es uno de “los de peor rendimiento poblacional, con una estructura expulsora que asombra (sólo el 1% de crecimiento demográfico en una década)”.

Estos datos, sumados a los ya conocidos de que desde la década del ‘90 en Argentina “desaparecieron” 160 mil pequeños productores rurales, mientras las tierras cultivadas con soja crecían y actividades como la tambera eran condenadas a muerte, indican la decisión gubernamental de, como mínimo, no impedir que en el campo sigan poniendo la ley los latifundistas de siempre y los nuevos.

Esos que, como George Soros y Luciano Benetton, acumulan de a cientos de miles las hectáreas que conforman sus propiedades blanqueadas en la Argentina.

»»Respetar la ley.- Tuvieron que esperar que haya un par de muertos en Capital Federal para enterarse, pero el problema de la tierra para vivir y trabajar, de la falta de viviendas propias y del hacinamiento, es nacional, y en el país no tiene rincón que sirva como excepción. Lo que no cuentan, los medios masivos K y los de Clarín, es que esto es fruto de políticas de Estado.

Sí, los famosos consensos que tanto reclaman, las políticas que se continúen “más allá de quien gobierne”, en Argentina existen.

Así, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, para defenderse ante la inexplicable subejecución del presupuesto asignado para viviendas en la ciudad que él gobierna (apenas se gastó el 16,8% de lo previsto a tal efecto para 2010, mientras los asentamientos y las villas seguían creciendo -un 50% desde el censo de 2001), dijo que su gobierno fue el que más casas construyó (más de dos mil), en comparación con los anteriores.

Esto es como si alguien fusilara a tres personas y se defendiera diciendo: “yo no soy un asesino, mis vecinos mataron como a 15 cada uno”. En todo caso, si sus datos son ciertos, lo único que demuestran es que sus políticas antipopulares, también en esta materia, son similares a las de sus predecesores (y en ésta caen todos: radicales, duhaldistas, kirchneristas...). Ni más ni menos que eso.

Por ello, Macri y Aníbal Fernández, con diferentes tonos y nivel de burradas, coincidieron en señalar que el problema principal era el respeto por la ley que dice que los “okupas” no eran ciudadanos desesperados buscando hacer valer su derecho constitucional a una vivienda digna (Artículo 14 bis), sino usurpadores.

Solamente quien ya no puede más, definitivamente, soportar la humillación y la bronca de amontonar a su familia en una casilla de cuatro por cuatro, pagando alquiler en una villa miseria (constituyendo así el estrato social más bajo que pueda existir en el país), puede considerar como opción el “mudarse” a vivir bajo chapas a un descampado donde no hay luz, gas, agua ni cloaca.

Ante esa realidad de miles y miles de compatriotas, tanto Macri como Fernández responden buscando el modo de garantizar “la ley”. Esa “institucionalidad” que dicen defender y que evidentemente mucho no importó la tarde en la que la Federal y la Metropolitana mataron, entre las dos, a dos ciudadanos en el primer desalojo; es la que permitió (¿y motivó?) que lleguemos a esta situación dramática y que aún hoy no hayamos avanzado un paso en su solución.

El tano Nardulli, coordinador de la CCC de Soldati, contó que sin tocar el “parque” Indoamericano, se podían ocupar las 6 manzanas linderas al ferrocarril, “un terreno lleno de matorrales y yuyos que es tierra de nadie. Ya hace un tiempo le propusimos al ministro Santilli hacernos cargo de la desratización y de desmalezar, para que tuviera trabajo la misma gente que hoy está ocupando, y combatir las enfermedades como el dengue. (...)

Pero el gobierno prefiere que allí vivan las ratas, y no la gente que no tiene techo”. Eso es una política de Estado, y se repite, desde hace décadas, a lo largo y a lo ancho del país. En la ciudad de Buenos Aires se traduce en la UCEP con que Macri barre a los indigentes bajo la alfombra, y en Formosa y Entre Ríos (provincias gobernadas por Kirchner-adictos) le toca a la policía provincial; pero los que ganan y los que pierden en cada caso, son los mimos...

Ahora bien, ¿cómo es que a ninguno de estos gobiernos y a sus amigos periodistas se les ocurrió nunca pedir balas (de plomo y de goma), gases lacrimógenos y desalojo por la fuerza, para los terrenos que el Lawn Tennis Club de Buenos Aires ocupa ilegalmente desde hace casi 20 años en Palermo? Incluyen plazas, bosques y paseos.

¿Y los terrenos “usurpados” por los gerenciadores de los complejos comerciales de Punta Carrasco y Costa Salguero? ¿Por qué no pidieron “topadoras” y carros hidrantes en estos casos?

»»Macri, los bolivianos y la ley.- Poco se puede agregar a esta altura sobre el desprecio por “la ley” que desde su nacimiento tuvo el grupo Macri. Desde la compra y el manejo escandalosos del Correo Argentino, hasta los 200 millones de dólares que, según Claudio Lozano(*), la sociedad argentina le transfirió al mismo Correo Argentino, a Sideco y a Socma (Grupo Macri).

“Con el proceso de pesificación y licuación de los pasivos privados con el sistema financiero local aplicado a comienzos de 2002” (Duhalde presidente), pasando por los negociados del grupo durante la administración porteña de Carlos Grosso (que le permitió hacerse cargo de los recursos del gobierno de la ciudad por medio de UTE-Renta) y llegando a los actuales negociados de Macri padre con el gobierno kirchnerista; los ejemplos sobran.

Pero Mauricio acusa a los inmigrantes de violar “nuestras” leyes. Lo dice desde Capital Federal (el territorio nacional que -proporcionalmente- menos creció en cantidad de habitantes según el censo 2010), mientras su mujer sigue enriqueciéndose a costa del trabajo semi-esclavo en los talleres textiles donde explota a los mismos bolivianos y paraguayos a los que su esposo difama.

Mientras tanto, de paso, dichos inmigrantes son los habitantes de este suelo que más impuestos pagan (en proporción a sus ingresos) cuando pagan el 21% del IVA cada vez que compran sus ropas, sus comidas y los útiles escolares de sus hijos. Una idea: preguntémosle a Wal-Mart, a Telefónica y a Repsol, si le entregan al fisco el 21% de lo que recaudan, y después volvamos a conversar sobre quiénes son los “ilegales”, los “aprovechadores”, los “usurpadores”, los “vividores”...

»»Doble discurso desaforado.- La represión en Formosa, en Pampa del Indio (Chaco), en Jujuy y en Santiago del Estero, más el intento de desalojo de los colonos en Santa Elena, muestra que este problema lejos está de solucionarse (al menos por esta vía) y que en su derrotero los gobiernos kirchneristas y el de Macri tienen más coincidencias que diferencias.

Argentina tiene una densidad de población de 14 habitantes por kilómetro cuadrado (en Holanda son más de 400 personas las que coexisten en esa misma extensión): no podemos permitir que nadie (lo diga con una sonrisa fascista o con seriedad “nacional y popular”) diga que acá sobra gente. Ni argentinos, ni bolivianos, ni paraguayos, ni marcianos.

Que los mismos medios de comunicación y políticos que reciben como a visitantes ilustres a los técnicos del FMI que volvieron a ser llamados para que nos digan qué tenemos que hacer (para volver a vaciarnos, a endeudarnos, a cobrarnos, a empobrecernos...), nos digan que los inmigrantes de los países fronterizos son los culpables de la falta de vivienda y de lugar para los argentinos; es la mayor hipocresía que a nadie se le podría haber ocurrido en los últimos 520 mil años.

»»“¡Es la tierra, estúpidos!”.- Mientras el gobierno de Macri y el de CFK sigan corriendo el eje y mirando para otro lado, habrá que decírselos así. Mientras la soja siga avanzando en tierras de los latifundistas y se siga expulsando a los pequeños productores del campo, a los chacareros, a los campesinos hijos de campesinos y nietos de campesinos.

Las villas miseria de las ciudades seguirán creciendo y llegará un día en que los countries y los barrios privados no tendrán modos ni muros que logren aislarlos completamente de una realidad que una parte (minúscula pero poderosa) de nuestra sociedad no quiere ver.

Mientras el acceso a una vivienda digna en Argentina siga siendo privilegio y no ley, con créditos que exigen garantías y sueldos mínimos inalcanzables para una mayoría de los compatriotas (el 40% de los cuales, encima, trabaja sin papeles), el problema de la vivienda (y su marco general: el de la tierra) seguirá estallando y provocando violencia, enfrentamientos y muertes.

Si la tierra y la vivienda siguen siendo un derecho en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales, pero un sueño inalcanzable en la realidad de las mayorías; los bellos discursos gubernamentales acerca de los derechos humanos serán, sustancialmente, sólo eso: bellos discursos.

Escribió el profesor Luis Laferriere, director del Proyecto de Extensión “Por una nueva economía, humana y sustentable” (UNER): “¿Cómo justificar que mientras se asignan más de 50 mil millones de pesos de subsidios para los grandes grupos empresariales, se siga agravando el alarmante déficit habitacional?

¿Cómo se puede entender que en un país que ha tenido uno de los períodos de mayor crecimiento sostenido de su PBI desde el año 2003, no pueda atender un derecho humano tan esencial para 15 millones de personas?” Efectivamente, durante 2010 el gobierno nacional manejó por decretos de necesidad y urgencia más de 64 mil millones de pesos.

Si un solo Qom, Mariano, boliviano o quien sea, vuelve a morir en la Argentina luchando por tierra y por vivienda, mientras el gobierno nacional maneja $ 64 mil millones a discreción y paga por año un monto similar por una deuda externa que se niega a investigar; este gobierno solamente se estará diferenciando del de Macri por el discurso.

Y eso, cuando el hambre y la pobreza en un país rico son ley; es demasiado poco.

Fuente: Prensa Indígena

martes, 4 de enero de 2011

Resistir

EL ACAMPE QOM SIGUE,

de La Otra Movida, el Martes, 04 de enero de 2011 a las 20:31
- EL ACAMPE QOM SIGUE, HASTA Q SE TENGA UNA RESPUESTA CONCRETA, REAL!! Este Miercoles en Av de Mayo y Lima 18.30hs toca Bruno Arias apoyando el reclamo de los hermanos QOM. Trae Agua, Frutas, Comida, TU PRESENCIA, TU APOYO SOLIDARIO!
- ESTE VIERNES TODAS LAS BANDAS DE SIKURIS DE BUENOS AIRES
TOCAMOS EN LA CARPA QOM.
19HS A DOS CUADRAS DEL OBELISCO.
POR FAVOR DIFUNDIR, EL PUEBLO QOM NOS NECESITA!!!
Av De Mayo 1085, Monserrat, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Capital Federal, Argentina -


: )

sábado, 1 de enero de 2011

Otro Mundo, Otro Camino

 " Dolor el de la serpiente que no posee párpados.
Cómo no tener el veneno de saludo, ignorando la fácil solución de incluirnos en la sombra?
Roque Dalton.

...

Nuestra historia quieren borrar, y poner sobre ella una nueva, diferente, mentirosa. La verdad, que por si sola levantaría a millones contra el patrón, contaría que el malo ha sido siempre el mismo, que cambia de cara y disfraz, de forma de hablar y tratar, pero mantiene su escuela, herederos de la infamia, acaparadores de lo ajeno, el poder del hombre sobre el hombre.
Los de arriba, quieren y han logrado, conservar su pedestal, miles de bufones, avivatos y sumisos se sientan en sus pies, dispuestos a dar la vida por sus amos.

El pueblo espera, resiste, olvida, se levanta, muere....

Al pueblo no le llaman pueblo, el solo nombre causa temor, prefieren decir país, unirnos en la patria, no la nuestra claro está. Dicen que el camino de arriba y de abajo es el mismo, que queremos lo mismo y tenemos enemigos comunes. La lógica capitalista es explicada como cátedra, repetida en discursos políticos, multiplicada en los medios y aceptada en los hogares, el trabajo duro y constante, aun si por ello hubiese que gastar la vida, resultara finalmente en los logros esperados, se vuelven entonces recurrentes las historias de faustos perseguidores de fortuna, que salidos del pantano llegan al paraíso, apellidos como Rockefeller, Ford, o en Colombia Sarmiento Angulo, son presentados como ejemplos para el pueblo, pero la realidad, tan siniestra para los pobres y tan silenciosa en oídos del de arriba, se encarga a diario de desmentir la teoría, los largos años de trabajar la tierra, de mezclar cemento, de contestar llamadas, de limpiar baños, vender cachivaches, abrir y cerrar puertas, cargar bultos y obedecer abnegadamente jefes de todos los talantes, no trajeron consigo ni la fortuna deseada, ni los sueños cumplidos, tal vez si quemaduras por el sol, dolores de espalda, articulaciones lesionadas, pulmones ennegrecidos, entre muchos males de nuestros mayores. Dirá el patrón que el trabajador es holgazán, y que se gasta sus pesos en trago, aunque bien sabe que su fortuna se la debe toda a él y a los que son como él,
tal vez 500 años más de trabajo alcancen a formar un ahorro suficiente.

El pueblo cree, espera, se desilusiona, grita, calla, es callado.

El lenguaje del de arriba se masifica, para que no exista la posibilidad de confusiones, repetida intensamente, como la mentira que quiere ser verdadera, suena tan cierta como incuestionable; desarrollo, modernidad, terrorismo, unidad, prosperidad, religión, subdesarrollo, pobreza, inversión, reactivación, comercio, democracia, las palabras sin alma, no por ellas sino por sus dueños. La justicia, sin la mordaza, diría que vale más el oro sucio de tierra en las manos del minero, que en el lujoso estante de la joyería, que la cosecha es del campesino y no del comerciante, que el salario debe ser proporcional al esfuerzo por conseguirlo, que no hay herencia porque la tierra no es de nadie, nosotros somos de ella, que los recursos que de ella nacen son para satisfacer necesidades y no para enriquecer bolsillos extranjeros, que no debe haber pobreza, ni riqueza, que la cultura y el deporte son goces y no negocio, que la felicidad es un derecho, que lo injusto es injusto, que la rebelión es su sinónimo.

También hay voces desde abajo, no solo ahora sino siempre, rebeliones de pueblos enteros contra sus amos, desenmascarados por la realidad, por la cotidianidad de la vida. Nuestros nombres, nuestra sangre.
Desde Túpac amaru hasta el Sub, Allende y Sandino, de Camilo Torres y el Che, José Antonio Galán y Bolívar, Gaitán y Jaime Pardo, Bateman y Quintin Lame, Guadalupe salcedo y María Cano, Cienfuegos y Fidel, Zapata y Víctor Jara, Manuela Beltrán y Policarpa, muchos mas los que no están escritos y más serán los que se escribirán. Los nombres que quieren borrar, vivirán eternamente en el corazón del pueblo, y serán transmitidos sino por su historia, si por la nuestra. Este es nuestro pueblo, que grita no olvidar, dice y repite, el enemigo es el mismo, no te dividas pueblo, lucha unido, vive libre.

Contra la mentira, contamos nuestra historia, la que vivieron nuestro abuelos, nuestros mayores, destruimos lo falso, aprendemos lo verdadero.

Jornada de destrucción para construir:

Lugar: Iconos de la falsa historia.
Fecha: Meses de Enero, Febrero y Marzo de 2011

Movimiento de Liberación Nacional
Otro Mundo Otro camino, desde abajo y a la izquierda.
Homenaje a Jose Antonio Galan.
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