viernes, 5 de febrero de 2010

Bocetosysinsentidos

En medio de tanta cosa, de tanta tensión, de tanto nuevo y desconocido, mi inspiración se dificulta. Tal vez es que el afuera me sobrepasa, la novedad de la novedad. Se puede con todo !?. No existe la quietud en mi. Ni encuentro algo existente, ni vivo, que calme mis fieras, ni mis espumas.



De repente quería yo encontrar la paz, el refugio para mis letras, pero me encuentro con el mismo oleaje interior de un mar de levas. El mar y yo nos parecemos tanto… somos agua y fuego al mismo tiempo. Calma y bravura. Secretos. Golpe contra las rocas y terciopelo para los pies del caminante. Sal para la boca sedienta y frescura en la piel febril. A merced de los vientos.

Pero yo más de los vientos de adentro.

….

Me vine lejos del mundo buscando una aventura de la vida. Si claro, sabía que también me venía conmigo en las maletas; y estando tan lejos de todo, me encuentro tan cerca de mí, que me asusto. Será que la cosa es desprenderme de esto que soy?, y eso, cómo lo hago?. Mucha Celeste para mi sola. Mucho fuego abrazado por el agua. Hay veces que siento que no me animo. Y hay otras veces que estando tan cerca de mi, no me quiero ni ver. Respiro la sal, me hundo en el horizonte del mar queriendo que me estrangule, sediento, y que con su lengua me lleve más allá, más allá todavía…más lejos que el barco que está más lejos.



Y él… que se aparece como una luz que no pedí, ni busqué, ni me interesó siquiera. Días en que lo quiero con locura, y días en que...

Yo vine a estar sola, entendés?. No comprometas mis desilusiones.

Pero irrumpe con su sonrisa luminosa, y su piel de ébano deliciosa, irresistible a mis sentidos, y esa caja de ilusiones bajo el brazo. Y un par de birras y los dulces que me gustan. Y sus palabras. Y su ser tan alegre y positivo que a veces me duele como una piña en medio del pecho. Desvivirse por mi…cómo es posible?. Y esas lágrimas que le corren hacia el túnel del terror que le hago atravesar con mis filos de mierda. Pedirle que se vaya, y extrañarlo a mi lado dos horas después. Volverlo loco con mis irreverentes ataques de colifata. Hoy sí, mañana no, pasado quién sabe.

Celeste, eso no se hace.

No sé cómo amar otra vez. Ni dónde tiré mis llaves. Desconozco el camino. Mi corazón responde solo a una habitación segura, al monstruo del miedo. Me tiene bajo su dominio. Una red despiadada que no se sabe bien dónde empieza, ni dónde termina.

“Atrapada en libertad”



Este apartamento se parece mucho a las profecías de mis visiones, donde en una gran habitación blanca, en medio de amoríos extravagantes, escribo el libro que nunca voy a terminar de escribir y que quizás nunca empiece. Con la ventaja y diferencia que ésta habitación no da a un jardín arbolado, sino al mar. Acá la locura es más posible y feroz que en otras partes. Se me despliega como la cola de un pavo real, en todo su colorido esplendor. Furiosa.
Querer ser libre como el océano y estar tan encerrada en mi. Aprisionada en ésta carne, en éstos huesos, en ésta alma. Soportándome. Cómo no desquiciarse una ?

El tiempo transcurre así en mi celda.
El sol cae cada tarde en mi prisión.
Él, que me mira y que me ama, así.

El problema siempre fui yo.
El problema es haber tenido una vez una visión del paraíso.
Y ese paraíso no es aquí dentro. Ni en éste cuadrado mundo mío.



Suenan los tambores, se acerca el Carnaval.
Dame ron, y dime tonta.




… Por la Carretera

No hay comentarios:

Publicar un comentario